Gran Baile (LIBRE) (14 de Enero de 1808)

Aquí se hará el rol del baile

Otra vez me había vuelto a pelear con Aegon. Bueno no, pelear no. Discutir más bien, mi hermano Aegon era tan presumido y tan arrogante que me daba rabia verlo y casi siempre me aguantaba hasta que exploté y me encaré a él. Aunque por suerte no hubo pelea, solo una discusión.

Me puse lo más elegante que tenía, todo para impresionar a Catelyn era mi prima favorita y quería que me viera presentable. Llevaba el mismo traje que usó una vez Percival el Intrépido y Septimus el Vanidoso, mi abuelo y mi padre. Me veía genial, no llamaba mucho la atención y me quedaba cómo un guante. Cuando llegué no había nadie, así que me resigné a esperar.

Mis hermanos Eragon y Aegon habían discutido otra vez, ya me tenían harto y yo cómo siempre separándolos. En fin, eran incorregibles a veces. Me vestí lo más elegante posible para estar bien guapo ante los ojos de Isis y me dirigí al Gran Salón. Allí vi a Eragon, así que me acerqué a él.

Me dirigí al baile luciendo un bonito vestido azul que realzaba mis encantos, estaba nerviosa porque no sabría si le gustaría realmente a Eragon. Sentía que lo amaba y quería estar con él. En fin, estaba enamorada otra vez.

Spoiler:

-Ya estoy lista. -me dije a mi mismo mientras avanzaba hacia ellos, estaban ahí mis primos Eragon y Roran- Hola, Er.

Vi llegar a Catelyn y únicamente me mente estaba centrada en ella. Me dirigí a mi prima Cat y la tomé de la mano. Seguidamente la llevé a la pista de baile.

- Hoy estás radiante, señorita Collingwood. - le dije guiñándole un ojo muy seductoramente -. ¿Me concedes este baile?

- Hola, Isis. - la saludé - Hoy estás muy guapa, de veras. - le dije mientras la tomaba de la mano y besaba su dorso. - Radiantemente bella. - le guiñé y la tomé de la mano para llevármela a bailar.

Sonreía mi primo Eragon por el alago y le acaricié la mejilla después de que me besara la mano. A continuación me llevó a bailar y miré a mis dos hijos. Ellos eran un par de trastos y necesitaban estar al cuidado de alguien.
-Claro, bailaré contigo. Pero alguien debe vigilar a Rickon y Demetria.
Me acerqué a Roran y a Isis.
-Por favor, ¿me vigilan a Rickon y a Demetria unos segundos?

- Descuida, Catelyn. - le sonreí amigablemente mientras tomaba a Rickon y a Demetria, para sentarlos en mis piernas - Solo por un ratito. - miré a Isis - Mira que son adorables. -

Le sonreí a Roran por su amabilidad y a continuación me fuí a bailar a la Pista de Baile con Eragon. Mi primo Eragon era mi primo favorito y me gustaba mucho. Sentía mucho cariño por él y no podía seguir ocultándolo por más tiempo. Lo amaba con locura.
-Enséñame a bailar mejor, que te voy a pisar. -le dije riendo.

La tomé de su mano y puse la otra en su cintura, así se bailaba. Seguidamente nos comenzamos primero a mover lentamente y luego un poquito más rápido, moviéndonos al son de la música. Todas las chicas con las que he bailado me han llegado a decir que bailaba muy bien. Claro, lo heredé de mi abuelo y de mi padre.

- Dicen que bailo bien. - le dije acercándome a sus labios y volviéndome a separar nuevamente algo sonrojadito -.

-Pues es verdad, Eragon. -le dije con mi tono de voz suave y tranquilo- Bailas muy bien, me has dejado impresionada. Lo digo de verdad. -le esbocé una tierna sonrisa y le miré con ganas de decirle un "te quiero" pero no me atrevía a expresarlo.

- ¿Bailo bien? - alcé las cejas muy sonriente y nos seguimos moviendo, al fin iba a admitir que me gustaba e iba a confesárselo. Respiré hondo y la miré -. Verás, Cat. He de decirte algo. Me gustas, me gustas mucho. Llevo mucho tiempo ocultándotelo, pero no he podido aguantar más. Te quiero y quiero que se lo sepas.

La escuché atentamente y asentí levemente. Isis me gustaba mucho y quería llegar a algo con ella.

Me quedé en shock tras escucharlo, justo me pillaba de sorpresa porque yo también iba a decirle que me gustaba. Solo que tenía miedo de perderle puesto a que lo quería mucho, era mi primo favorito.
-Tu también me gustas mucho. -le dije sonriente y le di un beso en los labios- Me gustas desde que nos vimos por primera vez. Te quiero.

Estuve mirándola todo enternecido y le sonreí dulcemente, le puse mi mano en su cintura mientras que con la otra le acariciaba la mejilla con suavidad. Era muy hermosa y la amaba mucho. Luego me acerqué a ella y le susurré:

Rickon vino a mi y me abrazó, yo me arrodillé para cogerlo en brazos y le sonreí a Eragon. Me sentía inmensamente feliz con Er, era mi chico ideal el amor de mi vida. Tal vez me estaba enamorando muy deprisa, pero me gustaba que fuera así porque le amaba.
-Te amo mucho. -le dije a Eragon y miré a Rickon- No seas celoso, Rickon, a ti también te quiero.

Observaba a Catelyn con su hijo Rickon, realmente me parecía un niño muy tierno que necesitaba una figura paterna a gritos. Yo podía serlo si me ennoviaba con Catelyn, ya que estaba cerca de conseguir el amor de mi prima adorada. Mientras tanto me mantuve mi mente pensando en el Reino de Alagëisha, un reino gobernado por Galbatorix Targrain un jinete de dragón que se volvió arrogante. Tenía que destronarlo, tal vez mi destino sea gobernar aquel reino y sacar la espada Goldenblade de la roca.

- Te amo y quiero estar contigo. - le dije mirándola detenidamente - Eres mi prima favorita, eres hermosa y te quiero. - le di un beso y me aparté - Déjame demostrarte lo que siento por ti, por favor. Y no le estás haciendo daño a Tristán, él querría que fueras feliz. -
off: Se le nota jajaj yo también estoy viciado con la película Eragon, aunque más bien me recuerda este foro a Juego de Tronos

- Catelyn. - dije acercándome a ella -. Ya que Aegon va a ser rey de Florinia, puede que yo sea de otro reino. Alagëisha me necesita ya que tienen a un horrible rey llamado Galbatorix y eso no es todo... tiene a un seguidor, Durza el Sombra. - le expliqué detalladamente -. Muy pronto tendré que partir, pero volveré y seré alguien mejor todavía.

Lo estuve escuchando con atención. Me hablaba de un reino más y yo tenía mucha curiosidad en saber más de aquel pobre reino gobernado por aquel horrible hombre. Estaba segura de que Eragon sería un buen rey allí si conseguía sacar la espada dorada de la roca, estaba segura de que lo conseguiría. En parte me sentía feliz porque descubriría su lugar, pero por otro lado estaba triste porque no quería perderlo.
-Ten cuidado. -le dije a Eragon besándolo en la mejilla- Debes tener cuidado, no quiero perderte ¿sabes? Te quiero y me dolería mucho que te mataran a ti también. Por eso quiero acompañarte.

- Es una misión arriesgada, Cat. - le dije mirándola fijamente, para luego sonreír -. Pero acepto, me será más fácil contigo a mi lado. - la besé en los labios y la abracé con mucho amor -. Eres la chica más maravillosa que he conocido y sé que te quiero con locura. Eres el amor de mi vida, Lady Catelyn. - luego escuché a Isis y asentí -. No lo hago por Aegon, es que pienso en ese reino y es mi oportunidad, pero tranquilas, volveré. No se apuren. Si queréis pueden acompañarme, me será más fácil acompañado que solo.